Se vale  sentirse mal


Por Jaleez Fonseca,

Escritora y Coach Puertorriqueña, colaboradora exclusiva para Cartago Actual


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¿Cuántas veces te han dicho «no llores», cuando lo único que deseas es  llorar? ¿Cuántas veces has fingido estar bien, aunque en el fondo estás destrozada y hecha pedazos por dentro? ¿Cuántas veces te han dicho «no estés triste» cuando es exactamente cómo estás?…

¿Es malo sentirse mal?

Desde un punto de vista neutral la tristeza es una emoción básica, por lo tanto, no es ni buena ni mala. En la práctica, estar triste no es malo, al contrario, es muy saludable porque estamos expresando un sentimiento que, de otra manera, quedaría completamente encerrado en nuestro interior. La tristeza pasa cuando el dolor se libera, pero si el dolor no se libera hace mucho daño…queda encerrado por un tiempo indefinido, dañando y afectando gran parte de nuestras vidas.

La tristeza solo es mala cuando se convierte en un hábito, cuando te acomodas en ella como una forma de evitar enfrentarte a tus situaciones y muchas veces como escudo para justificar tu falta de acción.  Pero todo en la vida tiene su momento, también para estar triste. Negártelo o negárselo a los demás no ayuda a liberar el dolor, sino todo lo contrario. Respetar la tristeza, la propia y la ajena, es la única forma de conseguir que se desvanezca, sin presiones y sin juicios. Los sentimientos son lo que son, y nadie tiene derecho a decirte cómo tienes que sentirte o cómo tienes que expresar tu dolor.

Todo el mundo ha estado triste alguna vez. Y todas sabemos que es más fácil superarla cuando dejamos que fluya, cuando damos rienda suelta…ya sea llorando o buscar un momento de soledad, de esta manera nos liberáramos un poco del peso de la tristeza, para luego tomar el control y comenzar a pensar más racionalmente. Otras personas demandan más tiempo para la calma o necesitan estar en compañía de sus seres queridos.

¿Cómo dejar de estar triste?

Aunque sea cierto que la tristeza es adaptativa y natural, seamos sinceros para una gran mayoría es una emoción desagradable,  sino la gestionamos y libramos con prontitud de manera adecuada puede acabar en un agujero mucho más profundo convirtiéndose en depresión.

Por ello voy a compartirte algunas estrategias que te ayudaran a dejar de estar triste o mejor dicho a no estar triste más tiempo del estrictamente necesario para que la tristeza cumpla su función.

Permítete estar triste

Cuando te entristeces piensas que te ha sucedido algo malo. El que algo malo te ha ocurrido es sólo una interpretación y entonces tratas de escapar, o puede que no te sientas con fuerzas para escapar y caigas en terreno de la autocompasión. Pensar que la tristeza es algo malo es una creencia errónea que te ha sido transmitida. No hay nada malo en ella.

Tanto la felicidad como la tristeza son emociones, cuando te sietes felices sonríes, admiras y hasta bailas sola…Así que si te sientes triste ¡Permítete estar triste! Si te provoca llorar ¡Llora! y si quieres gritar ¡Grita!

Las lágrimas son terapéuticas, forman parte del proceso de aceptación, del proceso de dejar ir, sirven para liberar tensión e incluso a nivel fisiológico se produce una descarga de endorfinas después de un ataque de llanto.

El problema está cuando te identificas con esa tristeza, cuando la alimentas con pensamientos que no son reales y cuando entras en su juego. No te identifiques con la tristeza, trata de transformarte en su testigo, obsérvala y despréndete. Cuando logres desapegarte de ella, dejar de interpretarla y simplemente vivirla descubrirás que la tristeza tiene un gran propósito.

Cuida de tus pensamientos.

La mente es como el agua, solo cuando está en calma puede reflejar la belleza del mundo. Por eso es de vital importancia cuidar lo que pasa por ella. La forma de pensar es aprendida. Desde que naces estás en una contaste interrelación tanto contigo como con el mundo que te rodea, mediante esta interrelación se van creando unos patrones de pensamiento y unos mapas mentales en función de los cuales vas a interpretar el mundo que te rodea. Aunque los procesos de pensamiento parezcan que ocurre de manera automática con práctica y un trabajo de autoconocimiento previo se pueden cambiar.

Sin embargo, la tendencia habitual ante los sentimientos de tristeza no es la aceptación y el desapego sino “darle vueltas” a esos sentimientos y emociones. Comienzas a alimentar la tristeza con tus propios pensamientos y a pensar sobre esos pensamientos entrando en un círculo vicioso que nada va a ayudarte a dejar de estar triste. Podríamos decir que el problema no es la tristeza en sí sino tus creencias sobre cómo gestionar esa tristeza que te llevan a mantenerte en un laberinto sin salidas, donde te desgasta dando vueltas sin sentido en el mismo pensar. ¡Cambia tus pensamientos…y cambiara por completo tu enfoque!

No detengas tu vida

Detener tu vida tampoco va a ayudarte a dejar de estar triste, sino que por el contrario va a agudizar esta emoción. Es cierto que la tristeza puede decirte que necesitas una pausa y de hecho es muy saludable tomarte esa pausa, dedicarte tiempo a ti misma. Puede que necesites unos días para reflexionar, desconectar, pensar o estar sola. Pero alargar demasiado este período y dejar de hacer tus actividades rutinarias va a hacer que a la larga te sientas peor.

Cuando estás triste te provoca menos hacer cosas y disfrutas menos de aquellas actividades que antes te resultaban placenteras ¡Es normal! Pero si te dejas llevar por la desmotivación y la apatía es cuando entras en un estancamiento emocional. 

No esperes que la motivación y la alegría vuelvan a tu vida para salir de ese vacío, avanza en la medida de lo posible con tu rutina diaria o cambia esa rutina si sientes que está relacionada con tu tristeza y de esta forma será cuando la motivación y la alegría vuelvan a aparecer.

En definitiva, la clave está en aceptar la tristeza, desapegarse de ella y escucharla sin permitirle que controle tu vida. ¡No se trata de intentar controlar la tristeza sino de conocer las herramientas adecuadas para darle a la tristeza su lugar y de esta manera aprender cómo dejar de estar triste…Empodérate y Transforma!

Tu amiga y coach,

Jaleez Fonseca